Rosquillas de anís

Sorpresa!!! Hay que ver lo rápido que pasa el tiempo. .. si ya hace un año que publiqué la última receta!!No voy a poner ninguna excusa, pero quien tenga hijos, trabajo y además intente mantenerse algo en forma comprenderá que a veces es difícil sacar tiempo para sentarse en el ordenador y escribir una receta. Pues nada, intentaré no tardar tanto para la próxima, pero ahora me he aficionado a eso del running y casi cada fin de semana tengo carrera y entre eso y el entrenar me va a ser complicado, aunque pondré todo de mi parte. La receta de hoy es una de esas de toda la vida, unas rosquillas que con sólo oler ese dulce aroma del anís nos llevan a nuestra infancia en los pueblos con la imagen de las abuelas friéndolas en la cocina. Son muy sencillas y además cunden muchísimo, por lo que tendréis rosquillas para rato. A mi me gustan pequeñas, pero las podéis hacer del tamaño que más os gusten. 

 Ingredientes

* 45 gr de aceite de oliva frito y frío
* 1 cucharadita de vinagre blanco 
* 100 gr de azúcar
* 50 ml de anís o vino dulce 
* 2 huevos 
* 250-300 gr de harina dependiendo del tamaño de los huevos 
* 1 sobre de levadura en polvo
* 1 cucharadita de anís en grano 
* aceite para freír 
* azúcar para rebozar

 Elaboración

 Si tenéis la thermomix o algún robot de cocina mezclar todos los ingredientes menos la harina y la levadura a velocidad 5 durante 20 segundos o a una velocidad suficiente para que quede todo perfectamente mezclado. Añadimos entonces la harina y la levadura y mezclamos 6 segundos a velocidad 4 y después amasamos 2 minutos a velocidad espiga. Si no tenéis robot, mezclamos con varillas los ingredientes liquidos con los huevos, el azúcar y el anís en grano hasta que este bien mezclado. A continuación hacemos un volcán con la harina y la levadura precisamente mezcladas y en el centro vertemos la mezcla anterior.  Poco a poco vamos integrando harina en el centro del volcán y amasamos haya que sea una masa la y no se pegue a la dedos.  
 Hacemos tiras  conde masa y las cortamos en porciones de unos 6 cm mas o menos o a vuestro gusto.  Formamos uniendo los extremos y las freímos en abundante aceite a una temperatura suave para que queden blanditas y esponjosas.  Retiramos a un plato con azúcar, sacudimos el exceso y las servimos frias.