Receta sana y fácil donde las haya, perfecta para una cenita ligera en estos tiempos de "operación bikini" :). Es la segunda vez que los hago, pero creo que se van a implantar como plato habitual, y más ahora que llega el buen tiempo. Para hacerla he utilizado el hojaldre fresco de mercadona, pues aunque yo soy muy pro de hacer las cosas por uno mismo, reconozco que el hojaldre es la masa más pesada de hacer y por el precio y la calidad que tiene prefabricado, no merece la pena el esfuerzo. Como en muchos otros platos, los ingredientes pueden variar dependiendo de lo que tengáis en la nevera, así que echarle imaginación y tratar de innovar. Espero que os guste
Ingredientes
* 1 lámina de hojaldre fresco
* 1 calabacín pequeño (sobrará)
* Un tomate
* Vinagre (yo usé vinagre de saúco, pero vale cualquiera)
* Queso de cabra
* Aceite de oliva
* Sal
* Hierbas aromáticas (yo usé Romero)
Elaboración
Precalentamos el horno a 200 grados y forramos una bandeja de horno con papel de hornear (vale el que viene con el hojaldre) Cortamos el hojaldre con un cuchillo muy afilado en 6 porciones iguales (depende del tamaño del hojaldre y de los comensales). A su vez cortamos en láminas finas el calabacín y los tomates. Ponemos las láminas de tomate primero en el centro de las porciones, dejando un poco de hojaldre libre a los lados para que suba. Salamos, tapamos con las láminas de calabacín y regamos con un chorrito de vinagre. Cortamos unas rodajas de queso de cabra y colocamos encima del calabacín, poniendolo a hornear durante 20 minutos con el ventilador, o hasta que estén dorados y el queso fundido.
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